jueves, 1 de mayo de 2014

Feliz dia de las "Malasmadres"!!

Erase una vez que se era una jovencita inocente, apasionada y llena de certezas que había crecido con una amantísima madre, una madre perfecta (ama de su casa, sastre, cocinera, profesor, médico, enfermera y sobre todo mamá) y aparentemente feliz que no cesaba decirle "hija, lábrate un futuro, estudia, se independiente y ten tus propios ingresos, no dependas de nadie".
 
 
Esta jovencita era buena estudiante y estaba acostumbrada al reconocimiento "fácil" del buen estudiante, estudias ergo tienes buenas notas, simple, fácil, binario, eficaz. Nuestra jovencita crecía así con la seguridad de que todo trabajo tiene su recompensa, das luego recibirás, haces luego se te reconocerá y así hasta el infinito. Creía firmemente en la igualdad de oportunidades y sobre todo en la igualdad entre sexos ¿No esta reflejado en la constitución que todos somos iguales? ¿No es un principio constitucional? Sí, esta jovencita también creía en el ordenamiento jurídico, en la Ley. 

En la universidad una profesora le pidió que realizase un trabajo sobre la discriminación sexual. Ella harto decidida se documentó sobre los países del llamado Tercer Mundo y acumuló muchos datos y estadísticas  desesperantes para las mujeres de cualquier "Mundo". Con este "resultado" la joven fue a ver la profesora que le dijo " ¿Por qué no has incluido Europa, EEUU, el "Primer Mundo"? Aquí a la estudiante se le quedo (todavía más) cara de ella. ¿Mande?

Y la estudiante se documentó y lo que descubrió ( 25% de sueldo menos que los hombres a puesto de trabajo idéntico, despidos por bajas maternales, acoso, contratos precarios, horarios imposibles y lo peor, mujeres a las que se les pide que se esterilicen para poder acceder a altos cargos directivos) cambió su visión del mundo y de su vida futura para siempre.

Pero cuando una persona es optimista ( y un poco inconsciente) siempre piensa que a ella no le va a tocar. Nuestra jovencita esperaba "pasar entre las balas".

Entonces esta joven se puso a trabajar y descubrió que si bien en los puestos "junior" las condiciones de trabajo y las oportunidades eras similares (todos era esclavos por igual) a los puestos "sénior" solo accedían los hombres. A partir de ciertas edades las mujeres se estancaban o desaparecían del mundo laboral.  Para explicar este fenómenos el Jefe (en general cualquier Jefe y por desgracia, eso incluye también a las Jefas) siempre tiene una explicación "tranquilizadora": "No, es que dejan de trabajar porque quieren quedarse en sus casas, no promocionan porque no quieren asumir mas responsabilidades, imagínese con (aquí introduzca el numero de hijos) no pueden con más, lo piden ellas". Oye y la jovencita casi casi se lo creyó (y digo casi ¿eh?)
 
Y un día le llego el turno de ser madre a  la jovencita (ya cada vez menos jovencita) ahora es ella la que tiene que tener un embarazo pleno y lleno de emociones positivas (eso dicen en los manuales sobre el embarazo que la jovencita leyó y releyó intentando encontrar una analogía entre lo que ella sentía y vivía y lo allí escrito por eminentes personas), es la que tiene que ser amantísima madre y darlo todo sin esperar nada. Y ella lo hace porque a su hijo le quiere más que a su vida pero se encuentra desubicada en este papel de mamá a tiempo completo, a veces se aburre, le gustaría hablar con personas adultas, salir y esto le hace sentir mal, se siente rara, sola y aislada.
 
Poco a poco y con tesón, la joven madre se adapta, encuentra su lugar, establece nuevas rutinas de vida, vamos que le coge el tranquilo a la situación y entonces, entonces cuando todo iba encaminado, tiene que volver al trabajo.
Y esta situación la llena de tristeza y de culpabilidad (porque una parte de si misma se alegra de recuperar su vida de antaño) y hace de tripas corazón.
 
A la vuelta al trabajo, la jovencita se da cuenta de que aunque ha sido una empleada "modelo" (sin horario y sin calendario) durante muchos años eso no cuenta, aunque se haya dejado la piel, haya trabajado de más (y con alegría) eso ya no vale porque "oh, pecado mortal" ahora se ha convertido en MADRE.
Y ese no es mas que el primero de sus descubrimientos, descubre rápidamente que su puesto como existía antes de semejante atrevimiento ya no existe y que el trabajo que le encomiendan es aburrido y sin interés. Descubre que como ya no sonríe tanto como antes, ya no tiene tanta motivación, esta en la diana para un despido (y claro, la jovencita nunca escondió que quería tener mas de un hijo) y que su jefe ha llamado a todos sus interlocutores directos e indirectos para encontrar "carnaza" para un despido por falta (lo que no consigue porque la jovencita es una profesional) y entonces sí, su mundo se hunde, muy abajo, muy abajo, sus certezas desaparecen y se siente sola y expoliada.
 
Se oye un gran BOUM, o sea el ruido combinado de su corazón roto y de la "leche" que se mete.
 
Y con este panorama laboral, la joven madre empieza su andadura de madre "conciliante". Y aunque intenta llegar a todo y pone todo su empeño no lo consigue, allí están, sin falta, las voces de los que se lo recordarán sin descanso:
 
+"¡qué tarde llega usted a trabajar!"
-" es que mi hijo empieza la guarde a las 8:30"
+"eso es problema de usted"
 
"este niño esta muy delgado, ya come suficiente?"
 
"por Dios, esto no son uñas, son garras, a ver si encuentras un momento para cortárselas"
 
"esta ropa, tan, tan, tan ....de estar por casa, le vas a poner ?"
 
"vaya pelos que tienes"
 
"¿Qué la reunión a las 18:30 no le viene bien ? Ah, pues no tengo otra hora libre"
 
"¿otra vez al médico? Hay que ver, antes los niños estaban menos enfermos (entiéndase, usted no sabe cuidarlos)
 
"¿reducción de jornada? Si, por ley le corresponde. Pero, consejo de amigo,, los que tienen reducción son los que se van primero a la calle"
 
Y así hasta el infinito.
 
Y la madre "conciliante" se siente a menudo entre mal y muy mal. Piensa que el problema lo tiene ella porque a su alrededor todas las demás madres parecen no tener problemas, llegar a todo, ellas sí que lo hacen bien.
 
Y poco a poco las amigas, hermanas y primas de la joven madre tiene hijos y entonces descubre que la maternidad "de rosa" no existe, que ellas también tienen problemas para llegar a todo, llega el momento liberador de las confidencias, de las personas con las que tiene suficiente confianza para decirle que van de culo y sin frenos. Y se le abren los ojos. Y hace balance y decide la vida que quiere para sus hijos, para su familia, su vida no será perfecta pero será la mejor posible y sonríe y respira y hasta decide repetir la experiencia y tener otro hijo.
 
Y algunos años después encuentra, por casualidad, un grupo de "jóvenes madres conciliantes" que se han puesto el desmerecido nombre de "malasmadres" y escucha y se reconoce en ellas y piensa cuanto bien le hubiese hecho encontrarlas antes, cuando fue madre por primera vez, cuando no "sabía", cuando estaba llena de dudas sobre su capacidad para ser madre, sobre sus sentimientos encontrados.
 
Y se unió a ellas y lo disfrutó muchísimo, rió, habló, compartió y se sintió feliz, libre, liviana, mejor.
 
Hoy esta locuela viene a decir GRACIAS de corazón a  las fundadoras y artífices  del club, Laura y Veronika ( organizadoras, estilistas, diseñadoras, informáticas, negociadoras y un largo etc.) y a todas las "apañeras" malasmadres.
 
Me quito el sombrero y os digo "Chapeau bas"!!
 
Nos vemos en #LaParty del año!!!