lunes, 17 de febrero de 2014

"Bien domado, mal domador"

Lo de hoy no es una entrada,no,  es un grito de rabia.

Sí, hoy es uno de esos días en los que me encuentro encerrada, como sin rumbo, sin saber dónde ir o cómo llegar.

Últimamente, mi Mayor esta poniendo mi paciencia (poca, lo sé) a prueba y mucho.

No es, ni será jamas, un niño tranquilo, para eso tendría que volver a nacer de nuevo, ser otra persona.
Es un niño que desde los primeros pasos contesta, firmemente y por principio, la autoridad, las ordenes.
Cuando era más pequeño esa contestación se manifestaba por rabietas y negativas (No, No, hasta el infinito y mucho más allá) que poco a poco logramos superar, no sin perder muchas "plumas" en el intento.

Lo de ahora, es más elaborado, más sutil, contesta, argumenta  nuestras ordenes, las de la maestra, se pone a nuestro nivel, tiene su opinión y poco importa lo que le digamos, ni cómo se lo digamos, le resbala completamente.  

Reconozco que esta actitud es para mi alucinante (en el mal sentido de la palabra) no la puedo entender, no la comprendo.

Fui una niña extremadamente responsable, modosa, buena. Tanto que mis padres me suelen decir que muchas veces se preguntaron si algún día me iba a autorizar a ser una "niña" y no una adulta encerrada en un cuerpo de niña.

Con este pasado, me encuentro y me siento completamente desarmada ante esta situación. 
El comportamiento de mi hijo es para mi tan aberrante que no consigo ponerme en su lugar, pensar como él. Y aunque no espero de él un comportamiento como el mio, que con la distancia me parece igualmente aberrante que el suyo, me resulta muy difícil entender como funciona su cabecita, como hacerle entender que por ese camino no vamos a ningún lado.

Sé que cuando sea adulto, el ser independiente y tener su propia opinión y saber defenderla le sera útil y mucho en la vida. Pero de momento es un pequeño consuelo porque para ser adulto le falta un trecho (y a nosotros también).

Esta semana el Mayor estaba castigado sin televisión por haber contestado la ordenes de la maestra, por respondón, por "resoplar" estrepitosamente cuando la maestra le dice que haga algo. Sí, mi Mayor es muy "payaso", muy actor, muy de hacer reír la clase.

Imaginaros mi sorpresa cuando a las 5 de la mañana me despierta una musiquita extraña, primero pensé "Jolin, con el vecino ya se ha puesto a cantar otra vez" (sí, tenemos un vecino al que le gusta el karaoke y cantar sobre todo en medio de la noche), me levanto y veo a mi hijo delante del ordenador  viendo un episodio de los Power Ranger (encima mal gusto tiene el niño), el reloj marcaba las 05:56.

Huelga decir que a esas horas, le he echado una mirada "negra" y se ha ido a dormir. Abro el historial del ordenador y veo que esta "operación" ya la ha hecho dos veces más (el viernes y el sábado). Se levanta a las 5 de la mañana, ve varios episodios y se vuelve a dormir  antes de que nos levantemos nosotros. Todo ello con su despertador para que no se le pase la hora y le pillen.

El chico, hay que decirlo, es listo y sabe organizarse. Eso sí, nos ha mentido como un bellaco. Cuando pienso que le he felicitado de lo bien que "llevaba" el estar privado de televisión y su sonrisa" Profident" me digo que tenemos un actor en potencia y que se prepare Hollywood porque se llevará todos los premios de calle.

Así que esta mañana, qué empezó a las 05:56 por cortesía del Mayor,  me he encontrado llorando sobre todo de impotencia, de incomprensión. La sombra de la gran "C" rondaba por mi cabeza y mi corazón "¿qué hago mal? ¿ qué no hago? ¿le dedico suficiente tiempo? ¿trabajo demasiado? y vuelta a empezar.

Pensaba en una de mis mejores amigas que me decía que su padre había sido un niño muy travieso pero era un padre extremadamente estricto y resumía la situación con la frase "Mal domado, buen domador".
Me temo que lo contrario sea cierto y que "Bien domado, mal domador".

4 comentarios:

  1. Laura, te acompaño en el sentimiento. Qué raro ha quedado. Me refiero a que siento algo similar. Como que a veces la cosa se me va de las manos... Mi hija mayor (mediana en funciones) ha sido siempre muy razonable y ahora inicia una fase rebelde (sin causa -porque es que se me rebela hasta cuando no es necesario...) que no comprendo. Gasta su energía y la mía con enfrentamientos absurdos e innecesarios... ¿Será parte del paso de niño a adulto?

    Y con lo del mentir... eso me saca de quicio porque me niega lo que han visto mis propios ojos! y con tanta vehemencia que me hace dudar. No de lo que he visto sino de que ella realmente se sienta en posesión de la verdad... Lo que más me fastidia es que es por absurdidades. ¿Será que han de practicar el modo batalla para cuando vengan mayores? ¿Será una especie de entrenamiento? Esto da para largo... y para uin par de cafés.

    ¡Ánimo! Poco más puedo decirte que "adelante, que no estas sola!" :-)
    Un abrazo.

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    1. Gracias Nuria por comentar. Han pasado ya algunos días y ahora hasta le veo la gracia a la situación pero en ese momento la verdad es que se me nubló la mente.

      Esto de ser madre es con creces lo más difícil que he hecho nunca, ríete tu de estudios, exámenes y trabajos, esto es lo mas difícil y lo que aprendes con uno lo desaprendes con el siguiente !!

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  2. Uy no, te entiendo perfectamente... mi sobrino si está de buenas es un amor y si está de malas es un horror! y elabora TANTO sus argumentos que no hay manera de desmontarlos... y se queja y resopla... un día dijo que estaba "HARTO de que le dijeran que era guapo" y el otro día que llamó mi mamá a saludar al Sr. Torres por el cumple le dijo que viniera a saludar y él "no, gracias, estoy ocupado"

    a mí no se me hubiera ocurrido responder así a su edad... solo tiene 6 años!!! O_o

    ay, los jóvenes de hoy en día! xD

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  3. Merak Luna
    Pasando por alto lo loable de su plan nocturno -otra cosa no, pero espabilado te salió un rato, eh!-, que me tiene encantidala, te aseguro que entiendo tu problema al cien por cien. No tanto por la forma de ser de tu hijo, que en algunas cosas me recuerda a la mía quien, por otra parte, todavía no ha entrado en la fase contestona pero apunta maneras; sino por la incapacidad que tengo a veces para resolver los conflictos porque carezco de argumentos, no la entiendo, y punto.
    Sé lo que es criar a un hijo que no tiene nada que ver contigo de pequeño. Bueno, peor, sé lo que es tener una hija que en algunas cosas es cien por cien igual a tí -con lo cuál sabes perfectamente cómo se siente y, por lo tanto, lo que puede sufrir por algunas situaciones- y, al mismo tiempo, que sea diametralmente opuesta en otras. Y ahí es donde me desarma. Yo también fui una niña responsable, pausada y modélica en el cole. Mi hija es una "cabraloca", que no para quieta, que no hace más que hablar en clase y a mí eso me pone de los nervios, porque me gustaría hacerle entender que al cole se va a aprender. Pero claro! me oigo a mí misma decir eso a una niña de 7 años y me digo: Qué coño! déjala que sea una niña! Así que siempre estamos en ese tira y afloja.
    Ayer, cuando te leí, estaba en un día especialmente malo. Hace tiempo -no mucho, todo hay que decirlo- que me propuse acabar con los gritos. No siempre lo consigo, pero intento ser más tolerante, explicar las cosas pausadamente... pero es que no. Es que a esta niña o te enajenas o se la suda todo!. El viernes pasado no llegó a tiempo al baño -7 años, recuerdo- y se hizo pis encima. Tras el shock inicial y su cara de angustia, muy tranquila, le dije "no pasa nada, la próxima vez tienes que acordarte de ir antes". Cuando vio que no me enfadaba, la cosa ya pasó a ser un cachondeo y lo primero que le dijo a su padre cuando lo vio fue que se había hecho pis "pero con forma de corazón, porque como es San Valentín". ME la cargo

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