lunes, 3 de febrero de 2014

N de Noemí


Cuando conocí a Noemí teníamos las dos 14 años escasos.

Por aquel entonces, antes de tanta reforma del sistema educativo, después de terminar EGB íbamos al instituto y cambiamos de centro escolar. En mi caso así fue. Había cursado EGB en un colegio  pequeño, familiar, de pueblo, en el que solo había una clase por año y en el que todo el mundo te conocía y viceversa.

Para ir al instituto había que dar el "gran salto" y elegir (teóricamente) entre el instituto público  y mixto a unos 15 minutos de autobús y un colegio privado y solo para jovencitas en Bilbao.

A mi petición, cursamos la inscripción en los dos centros y a mi gran alegría fui aceptada en los dos. Se suponía que ahí era cuando iba a elegir a cual de ellos quería ir pero mis padres decidieron por mi que iría al colegio y me hicieron la promesa firme que si al cabo de un año no quería seguir yendo me cambiarían. Por aquel entonces, me pareció un trato justo, hoy me doy cuenta que fue una argucia de mis padres, inteligente pero argucia.

El colegio nuevo era un instituto muy grande, con varias clases por año y en el que la relación con los alumnos era más académica y mucho menos familiar.

No me encontré totalmente sola porque conmigo vinieron una decena de niñas del antiguo colegio, nos conocíamos todas pero la mayor parte del grupo no formaba parte de mi circulo de amistades que todo sea dicho nunca fue muy grande.

Pensé que por el hecho de venir del mismo colegio y sobre todo, de haber compartido nuestra infancia, habría entre nosotras una especie de solidaridad para salir adelante en este "medio hostil". Me equivoqué.
Por aquel entonces, aunque tenia 13 años estaba muy pero que muy verde en casi todos los temas, sexual, social, era todavía una niña. En ese sentido, el grupo era muy heteróclito, en un extremo estaba una de mis compañeras que tenía un año mas que nosotras y que ya era sexualmente activa, fumaba, se maquillaba, era una mujer. En el extremo opuesto estaba yo, modosa, responsable y por supuesto alma de cántaro. Huelga decir quien tomó el poder de ese grupo, dictó lo que estaba bien o mal y a quien "ajuntar" o  no. En si, la situación no me sorprendió porque con esa persona nunca había tenido lo que se llama una amistad sincera, si me dolió el comportamiento de mis antiguas "compañeras"que para "ganar puntos", iniciaron una campaña de acoso y derribo que terminó por un aislamiento completo. Dicen que no hay nada peor que la indiferencia, no comparto esta opinión, lo peor es el escarnio público y continuado.

Yo nunca fui tan mona !


Bueno, todavía quedaban las compañeras y amigas del colegio para dar una vuelta el fin de semana. Pues no, por dos razones que descubrí rápidamente, el hecho de ir a un colegio muy pijo (las cosas como son) y sólo para chicas me distanció de mis antiguas compañeras por lo que yo interpreté como un rechazo social de su parte, como una lucha de clases a pequeña escala. Y la otra razón es que mis compañeras de instituto se encargaron de trasladar la campaña de acoso y de derribo al barrio.

O sea que me encontré sola. Pero no por mucho tiempo.

Noemí me llamó la atención y mucho desde el principio porque era (y es) una chica lista, inteligente, brillante. Pero además tenia carácter, sus propias opiniones y sabía defenderlas. A mis la personas así me atraen como un imán, no lo puedo resistir. Después descubrí que además era muy simpática y divertida y tenia una vida social muy activa.
Noemí vivía en Bilbao y lo conocía como la palma de la mano. Tenia además un grupo de amigos del barrio de toda la vida a los que se añadían regularmente otros grupos y conocidos.

Noemí me adoptó y me salvó. Son dos palabras con un significado fuerte pero creo que son las adecuadas para describir nuestra situación.

Me salvó porque, sin caer en el "pathos", estaba muy sola y deprimida, no quería ni salir de casa, ni ir al colegio, ni nada, quería desaparecer.

Me adoptó porque mantuvimos una relación muy cercana, casi como de hermanas, me abrió las puertas de su grupo de amigos, de su casa, de su vida. Le honra también el hecho de que aguantase las presiones de mi antiguo circulo de "amigas" que no entendían porque aceptaba "sacarme de paseo". Y es que Noemí era muy popular en el instituto y se les "hacía bola" que una de las chicas mas populares saliese con el "patito feo".


El hecho de tener una vida social normal me devolvió la serenidad, el equilibrio que había perdido y sobre todo la seguridad en mi misma. En aquella  época  dormía mas en su casa que en el la mía y es que Noemí no tenia "toque de queda". Salíamos viernes y sábado, el sábado hasta altas horas de la madrugada, descubrí el casco viejo de Bilbao, la marcha, lo que es tener un grupo de amigos.  
Fue un renacer para mi y lo recuerdo como una de las mejores épocas de mi vida.



Cuando empecé la universidad nuestros caminos bifurcaron y aunque seguíamos  teniendo contacto la relación se ralentizó para desaparecer al de dos años de venirme a París. Es para mi un misterio (y una gran pena) como una relación tan cercana, tan profunda, puede "desaparecer" sin que haya ninguna razón aparente (o por lo menos a mi no me consta).

Retomamos el contacto hace 4 años por Facebook pero no la relación. Es algo que me pesa porque es una persona que tiene un lugar muy especial en mis afectos, en mi corazón.
Espero que la vida nos reúna de nuevo y recuperar el tiempo perdido.

Este es el carnaval " Los nombres de mi vida" iniciado por la bloguera  lasonrisademiniyo  Así lo cuenta ella: " Todos cuando oímos un nombre lo asociamos a una persona, que nos cae bien o mal, que nos trae recuerdos, a veces buenos, otras regulares y otras malos, que nos evoca a un sitio u otra época de nuestra vida: colegio, instituto, universidad, localidad donde veraneábamos, amigo de la primera pandilla, que nos hace pensar en una artista, actriz,...en alguien de nuestra familia..."



5 comentarios:

  1. El tiempo pasa, nos lleva por caminos distintos y cambiamos mucho, no es que la relación haya cambiado, porque lo que hubo entre las dos en ese momento es real, lo que pasa es que ahora son personas diferentes a las que eran, y se tienen que conocer de otra manera ^^

    nos cuentas, eh? q aquí una es muy cotilla :P

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  2. Yo siempre digo que si hoy por hoy empezase de cero con mis amigas del alma, seguramente no tendríamos tantas cosas en común, y la relación no sería la misma.
    Pero la realidad es que son personas importantes, que nos marcan, y que nos ayudan a crecer, a veces para bien (como para ti entonces) y otras no tanto. Pero son un trocito de nosotros para siempre jamás.
    Paralelismos entre tú y yo.....los veo. Si.
    Deseando conocerte in person!!!!!

    besos

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  3. Me ha encantado este post. Es cierto que mucha gente pasa por nuestra vida y nos deja una gran huella. Es una lástima que algunas se difuminen, pero siempre queda el recuerdo de las experiencias vividas.

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  4. Ay pochola! No sabes como me toca esta entrada y es que el año que viene cambiamos a la mini-mayor de colegio, ya lo contaré en detalle (tus post siempre me dan pie a mas posts!!!!) pero espero entre otras cosas evitar lo que te sucedio a ti. Tia, tal como lo cuentas dan ganas de abrazarte y decirte lo cielo que eres!! Y esas perfidas que intentaron hacerte la vida imposible... agggg... se me cae el alma a los pies! En cuanto a Noemi, jolin, Noemi mujer MANIFIESTATE, con lo bonito que hubiera sido mantener la amistad y el contacto a pesar del paso de los años y las circunstancias!!! Que conste que yo tambien he perdido muchas relaciones, pero bueno, aun asi me contento con el contacto del facebukis para saber que todos siguen bien y adelante, aunque sea sin mi ;-) besitos!

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  5. Que bonito empezar este Carnaval con Noemi que significo tanto para ti en un momento importante en tu vida. A veces las personas entran y salen de nuestra vida. Pero los buenos recuerdos simpre permanecen
    Besos y gracias por unirte.

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