martes, 16 de septiembre de 2014

La Parisienne o el Placer de correr

Tres meses y medio que tengo este blog más que abandonado, por dejadez, por falta de inspiración. Ay, la desidia qué mala es!

La semana pasada cumplí uno de mis propósitos de Año Nuevo, que al paso que vamos será el único, y corrí  « La Parisienne ».

Es una carrera anual reservada a mujeres de todas edades. La distancia es corta, 7 km, ojo, corta para las personas que corren regularmente, que no es mi caso. Una parte de los fondos recaudados sirven a financiar la investigación médica y en particular la investigación sobre el cáncer de mama.

A parte de lo dicho ¿qué tiene de particular esta carrera? El ambiente de fiesta, las corredoras participan disfrazadas, hay bandas de música durante todo el recorrido, los parisinos tan circunspectos ellos, salen a la calle a animar a sus mujeres, madres y amigas.  Vamos que es un despiporre general muy recomendable!


Foto


Esta historia empezó hace un año cuando mis compañeras de trabajo participaron juntas a la carrera y volvieron con una sonrisa y una experiencia común. Las vi preparase, entrenar, ir y volver y sentí curiosidad y un poco de envidia, así que cuando me lo propusieron, prometí inscribirme con ellas el año siguiente.

En febrero se abrieron las inscripciones y fiel a mi palabra me inscribí  (antes morir que perder la vida) con ganas pero sin mucha convicción. Estaba convencida que lo de correr no era para mi. Me hacía mucha ilusión correr en equipo y sobre todo por una buena causa pero en el fondo pensaba que no lo conseguiría.

Empecé a entrenar en marzo, salí dos días a correr y me quise morir. No aguantaba ni 5 minutos seguidos corriendo, me fallaba el fuelle y al día siguiente tenía una agujetas de las de llorar y no parar. No seguí. Pasaron varios meses y me fui haciendo a la idea de que al final no participaría a la carrera porque recordémoslo, correr no es lo mío.

Y entonces sucedieron dos cosas imprevistas, la primera fue que mi empresa se ofreció a pagarnos la inscripción a la carrera, a patrocinarnos y la segunda fue conocer a Marta.

Está claro que cuando la señorita de RRHH viene a darte ánimos y a decirte que tu empresa cuenta contigo y te das cuenta que el servicio de comunicación se está frotando las manos con la campaña de promoción interna y esas fotos de jóvenes (y no tan jóvenes) mujeres que corren por un causa justa, ya no puedes dar marcha atrás. A ver, una tiene su orgullo que defender.
Esto añadió el punto ese de estrés positivo, de agobio, sin el que la mayor parte de los proyectos no saldrían adelante (por lo menos los míos)

Y el encuentro positivo, el que añadió esperanza, ilusión y confianza fue el de Marta quién con pocas palabras comunica mucho. Personalmente, sentí que lo podía hacer, que ella creia en mi y eso me motivó muchísimo.

Marta, tienes un efecto muy positivo en la gente que te rodea.
En lo que me toca, GRACIAS !!

Así, que como no había escapatoria y podía hacerlo (YES I CAN) me puse a entrenar otra vez. Claro esta que remoloneé lo que no está escrito y esperé lo más que pude, quedaban 6 semanas para la carrera.

Mi marido en sus años pre-padre-de-familia corría, lo hacía bien y sobre todo le gustaba.
Así que le pedí consejo y me preparó un planning de entrenamiento y se vino a correr (más bien una mezcla entre arrastrarse y trotar) conmigo.

Resultó que, cómo todo en la vida, a correr se aprende y que yo corría demasiado deprisa (tipo no llego al cole, no llego a la entrevista, no llego al metro y así!) y muy tensa, según mi marido perfecta para hacer el baile ese del « robocop » con el chikilicuatre (sí , en nuestra casa tenemos una cultura general muy buena con referencias culturales de peso).

Une vez estos escollos de principiante superados me di cuenta de que podía correr 5 minutos y 10 y 15 sin pararme y sin echar los pulmones en el intento.
Y, cómo lo había previsto Marta, me « enganché » a correr. Religiosamente, fui a correr cada 2 días y aunque hubo días bastante durillos debo decir que la evolución fue mucho más rápida de lo esperado.

Una semana antes de la carrera empezamos a entrenar en grupo y para gran sorpresa mía y de ellas nos fue genial. Fueron varios momentos de risas y de tiempo compartido. Me encanto!

El día de la carrea salió nublado, esperamos 2 horas y medias para poder empezar a correr. Éramos 39 000 y salíamos por olas de 1000 o 1500. Cuando nos tocó el turno eran las 11:30, había salido el sol y  hacía mucho calor.



Esperando la salida !! Foto


Salimos contentas y con ilusión pero costó, hubo momentos de flaqueza de cada una de nosotras pero nos apoyamos mutuamente y continuamos, como los Marines «no se deja a nadie atrás », todas juntas.

Había personas de todas las provincias francesas, no solo parisinas y para mi sorpresa y alegría muchas españolas que venían a participar a la carrera.

Esta experiencia, que me ha empujado a escribir después de 3 meses de ausencia, es una de las mas satisfactorias que he vivido en mucho tiempo. Me di cuenta de que estaba feliz y orgullosa y me pregunté por qué. ¿Por qué ese sentimiento tan fuerte de felicidad?

Y vi a una niña de unos 11 o 12 años que participaba por la primera vez a un cross. Era un sábado por la mañana y llovía. El cross lo había organizado el ayuntamiento y veníamos con el colegio. Recuerdo que me trajo mi padre en coche, un poco a regañadientes por “importunar” su mañana de asueto. Recuerdo una pista de tierra, más bien de barro. Empezar a corre y darme flato fue todo uno y para colmo de los males, perdí una de las zapatillas en el barro. Se hundió y no había manera de encontrarla. Huelga decir que llegué la última con mucha diferencia. Sentí mucha vergüenza por llegar la última y sentí la mirada de reproche de mi padre que lejos de consolarme me debió de decir, con su honestidad característica, que aquello había sido un desastre.

Y entonces decidí que « correr no era lo mío ».

Y a veces las cosas cambian aunque sea a casi 40 tacos!

De esta experiencia saco dos conclusiones:

-nada está grabado en la roca, lo que fue puede no ser en el futuro
-siempre, siempre dar refuerzo positivo a mis hijos.

¿Alguien se anima a correr?  ¿Os venís el año que viene a La Parisienne?

11 comentarios:

  1. ¡Claro que sí! Todo es cuestión de esfuerzo y perseverancia. Confiar en una misma y sus posibilidades. El hecho de que otros te den un empujoncito ayuda y mucho. Y lo mejor es cuando miras atrás y dices ¡Lo he hecho y muy bien además! Conozco esa sensación en el pecho de satisfacción.

    ¡Un besote guapa! Por cierto... ¿Te has enganchado a correr? ;)

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    1. Oye, qué satisfacción !
      Se me olvido decir que lo he hecho también para dar ejemplo a mi Mayor que lo de perseverar no es lo suyo y le dije, verás como con esfuerzo, lo consigo.

      Un abrazo !

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  2. Jope, qué experiencia y cómo la cuentas. Me han dado ganas de no reblar yo tampoco. Un besote, Laura

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    1. A ti, maña, te espero el año que viene en Paris?
      Ha sido una experiencia muy buena, muy positiva !
      A seguir !!

      Un abrazo

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  3. Lo mío tampoco es correr, he perdido todo mi fondo físico, y mi forma. Soy inconstante, he salido a correr, me he creído morir. Pero soy cabezota y he vuelto a salir. Ahora mi excusa es "falta de tiempo", pero no lo descarto, aunque sea dar una vuelta a la manzana.

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    1. Yo es que soy como tú, o todo o nada. Lo de la mesura en mi es que no se lleva. O sea que o salgo y me obligo a ir dos veces a la semana o es el despelote. Estoy "luchando" conmigo misma porque ahora que no hay carrera hay que encontrar la inspiración y la motivación "ailleurs" !!

      Prueba a salir a correr con alguien, mejora mucho, nada que ver !

      Un beso grande

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  4. Lo de correr lo descarto por completo, pero tu post me ha emocionado. Mis hormonas tendrán algo que ver, pero es que tu experiencia ha sido fantástica.
    Besamos.

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  5. Pues fijate que yo lo de correr tampoco era para mi pero a veces la vida te da sorpresas !

    Esas hormonas del amor, algo tendran que ver ! He visto tus fotos; estas estupenda !

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  6. A mi el running me ha dado los mayores beneficios, tanto física como anímicamente. He tenido que dejarlo a un lado por el calor, pero en breve vuelvo al asfalto.

    Un beso!

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  7. Woooow! Definitivamente querer es poder y cuando deboor medio hay una buena causa, es más fácil.
    Desde qué M3 nació participamos en el "heart walk", en realidad muy pocas personas corren porque la mayoría no pueden pero igual son 5 kilómetros caminando rodeados de gente increíble y de historias inspiradoras.
    Que motivacional me resulta leerte, aspiro algún día a animarme a las carreras y no sólo a las caminatas.
    Un Besote!

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  8. Madre mía te preparaste la carrera en un tiempo record no?? es verdad que a veces la presión positiva hace que nos espabilemos a mí también me pasa. Ánimo y a por la carrera del año que viene.
    Bssss

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